Aunque en los últimos años los índices de enfermedades infecciosas en la UE han disminuido o se han mantenido estables, las amenazas no dan tregua. La pandemia de gripe (H1N1) en 2009, el brote de E. Coli en Alemania en 2011, la amenaza del virus del Ébola en África Occidental en 2014, el Zika en 2016 y la COVID-19 en 2020 son prueba de que en cualquier momento pueden aparecer amenazas internacionales en forma de nuevas infecciones.
Como bien sabemos, la pandemia de COVID-19 supone un desafío sin precedentes para la salud y la vida públicas. Combatir las amenazas transfronterizas para la salud requiere una buena preparación y una actuación coordinada antes, durante y después de toda crisis.
Dentro de la creación de una Unión Europea de la Salud, la Comisión Europea propuso el 11 de noviembre un nuevo marco de seguridad sanitaria adecuado para los retos del mañana. Aprovechando las enseñanzas de la lucha contra el coronavirus, el nuevo marco ampliará el papel de las agencias de la UE a la hora de coordinar las medidas de preparación y respuesta. La Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) fue creada para asegurar la preparación y la respuesta ante las emergencias de salud pública.
Hacer frente a las amenazas para la salud
Para responder a una amenaza para la salud es necesario:
- detectar e identificar la amenaza, brote o crisis mediante la vigilancia y el seguimiento
- contar con canales de alerta rápida y notificación basados en procedimientos de confianza y con otros instrumentos que las autoridades sanitarias puedan emplear para intercambiar información de manera rápida y específica.
Elemento clave a la hora de decidir si se responde —y cómo— a la amenaza es una evaluación de riesgos competente. Esto es de especial importancia en un contexto internacional.
Para contar con las capacidades, procedimientos y medidas necesarias cuando se necesiten, aspecto crucial es mejorar el grado de preparación. Estar preparados es fundamental para garantizar que estén ya establecidos procedimientos y mecanismos que puedan entrar ràpidamente en funcionamiento para proteger a los ciudadanos en caso de amenaza sanitaria. Para mejorar y adaptar las actividades de preparación, son muy importantes las lecciones aprendidas tanto en sucesos reales como en ejercicios periódicos de simulación.
Hay amenazas a largo plazo que requieren medidas específicas. La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública que tiende a agravarse y que requiere un nivel adecuado de preparación y respuesta. También requieren atención especial, coordinada y a largo plazo epidemias tales como el VIH/SIDA, la hepatitis vírica y la tuberculosis. Otro tanto puede decirse de la preparación en caso de atentado terrorista, amenaza híbrida y cualquier forma de amenaza de origen humano a la población.
Acción transfronteriza de la UE
La Unión Europea cuenta con legislación para garantizar una respuesta coordinada a las amenazas transfronterizas para la salud debidas a enfermedades infecciosas y otras amenazas de origen químico, biológico, medioambiental o desconocido, ya sean accidentales o deliberadas.
A partir de la experiencia adquirida con el coronavirus, la propuesta de Reglamento sobre amenazas transfronterizas graves para la salud y por la que se deroga la Decisión 1082/2013/UE crearía un mandato más claro de coordinación para toda la UE. Al declararse una situación de emergencia en la UE, automáticamente habría mayor coordinación y se permitiría el desarrollo, almacenamiento y adquisición de productos necesarios ante la crisis.
La Comisión Europea y las agencias de la UE, en particular el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), someterán periódicamente a prueba y auditoría los planes de preparación para pandemias tanto nacionales como europeos. La Comisión Europea informará de los resultados a los países miembros y al Parlamento Europeo.
Además, el ECDC creará un sistema de vigilancia reforzado e integrado en toda la UE mediante la inteligencia artificial y otros medios tecnológicos avanzados.
Se instará a los Estados miembros a intensificar la notificación de los indicadores de sus sistemas sanitarios (disponibilidad de camas hospitalarias, capacidad de tratamiento especializado y cuidados intensivos, número de personal con formación médica, etc.).
La Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias
La nueva Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) potenciará la capacidad de Europa para prevenir, detectar y responder rápidamente a las emergencias sanitarias transfronterizas. Su misión será reforzar la coordinación de la seguridad sanitaria en la UE a fin de garantizar el desarrollo, la fabricación, la adquisición y la distribución equitativa de contramedidas médicas esenciales y contribuir a reforzar la arquitectura mundial de preparación y respuesta ante emergencias sanitarias.
La HERA tendrá diferentes modos de funcionamiento durante los períodos de preparación y de crisis. En la «fase de preparación», la HERA dirigirá la inversión y la acción para reforzar la prevención, la preparación y la disponibilidad de cara a nuevas emergencias de salud pública. En la «fase de crisis», la HERA podrá actuar más enérgicamente a fin de tomar decisiones con rapidez y aplicar medidas de emergencia.
Refuerzo del ECDC y de la EMA
Se reforzaría el mandato del CEPCE para permitirle ayudar a la Comisión Europea y los países de la UE en estas tareas y, en particular:
- la vigilancia epidemiológica a través de sistemas integrados que permitan una vigilancia en tiempo real
- la planificación, presentación de informes y auditoría de la preparación y respuesta
- la formulación de recomendaciones y opciones no vinculantes para la gestión de riesgos
- la capacidad para movilizar y desplegar los equipos de asistencia de la UE en caso de brotes para respaldar la respuesta local en los Estados miembros
- la creación de una red de laboratorios de referencia de la UE y una red para la gestión de sustancias de origen humano.
Se reforzaría el mandato de la Agencia Europea de Medicamentos para que pueda facilitar una respuesta coordinada ante las crisis sanitarias a escala de la Unión. La Agencia:
- investigará y mitigará el riesgo de escasez de medicamentos y productos sanitarios fundamentales
- proporcionará asesoramiento científico sobre medicamentos que puedan ser capaces de tratar, prevenir o diagnosticar las enfermedades que causan esas crisis
- coordinará los estudios de control de la eficacia y seguridad de las vacunas
- coordinará los ensayos clínicos.
Decisión sobre las amenazas transfronterizas para la salud
Momento clave de la creación de un marco coherente y sólido de seguridad sanitario para la UE fue la adopción de la Decisión 1082/2013 sobre las amenazas transfronterizas graves para la salud, que mejora la preparación y refuerza la capacidad de respuesta coordinada a las emergencias sanitarias en toda la UE.
Este texto supone un importante paso adelante en la mejora de la seguridad sanitaria en la UE y crea el marco jurídico para la cooperación en este ámbito hasta que se adopten las nuevas propuestas. La Decisión apoya a los Estados miembros en la lucha contra las amenazas transfronterizas y contribuye a proteger a los ciudadanos frente a posibles futuras pandemias y amenazas transfronterizas graves para la salud, para lo cual:
- refuerza de la capacidad de planificación en materia de preparación a nivel de la UE, reforzando la coordinación y las mejores prácticas, así como la puesta en común de la información sobre los planes nacionales de preparación
- pone en funcionamiento un sistema de alerta rápida (el Sistema de Alerta Precoz y Respuesta de la UE) para notificar amenazas fronterizas graves para la salud que requieran una respuesta coordinada de toda la Unión
- mejora la evaluación de riesgos y la gestión de amenazas fronterizas para la salud
- establece las disposiciones necesarias para desarrollar y aplicar un mecanismo de adquisición conjunta de contramedidas médicas y mecanismos para su despliegue
- mejora la coordinación de la respuesta a escala de la UE al otorgar un mandato jurídico claro al Comité de Seguridad Sanitaria para que coordine tanto las respuestas nacionales a las amenazas transfronterizas graves para la salud como la comunicación sobre riesgos y crisis a fin de facilitar al público y los profesionales de la salud información coherente y coordinada
- fomenta la cooperación internacional y la acción a escala mundial.