La Evaluación de las Tecnologías Sanitarias (ETS) resume la información sobre cuestiones médicas, económicas, sociales y éticas relacionadas con el uso de una tecnología sanitaria. Algunos ejemplos de tecnologías sanitarias son los medicamentos, los equipos médicos de diagnóstico y tratamiento y los métodos de prevención.
¿Cómo funciona?
Cuando se pide a los organismos responsables de la evaluación de las tecnologías sanitarias (ETS) que evalúen una tecnología sanitaria nueva, estos deben determinar si funciona mejor, igual o peor que sus alternativas existentes. Para ello, generalmente deben evaluar el efecto terapéutico del medicamento, pero también sus posibles efectos secundarios, sus efectos en cuanto a calidad de vida y la vía de administración.
La ETS valora también otros aspectos del uso de la tecnología, por ejemplo, las repercusiones de su coste para el paciente y los efectos de la administración del tratamiento en la organización de los sistemas de asistencia sanitaria. Se trata, por tanto, de un proceso multidisciplinar que examina de manera sistemática los aspectos médicos, económicos, sociales, éticos y de organización relacionados con el uso de una tecnología sanitaria.
Impacto en la toma de decisiones a nivel nacional
El principal objetivo de la ETS es proporcionar información basada en pruebas a los responsables políticos, para que puedan formular unas políticas sanitarias que sean seguras, eficaces, rentables y centradas en los pacientes. Las autoridades nacionales también recurren a la ETS para decidir qué tecnologías deben reembolsarse a nivel nacional.