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Public Health

¿Son seguras las luces LED para la salud humana?

Este resumen del dictamen científico sobre "Los riesgos potenciales para la salud humana de los diodos emisores de luz (LED)" del Comité Científico de Riesgos Sanitarios, Ambientales y Emergentes (CRSAE) cubre algunos puntos esenciales del dictamen y profundiza más que la ficha informativa de una página sobre el mismo tema, también disponible en este sitio web. En el dictamen científico se incluyen asimismo una síntesis y un resumen más breve pero más técnico. También se encuentra en el dictamen información sobre los datos, la metodología y la base científica de los LED y de los efectos de la radiación en los ojos y la piel, pero no se abordan aquí.

Navegación

1. CONTEXTO

1.1. ¿Qué es un LED?

Un diodo emisor de luz (LED) es un dispositivo semiconductor que emite una radiación óptica cuando una corriente eléctrica pasa a través de él. La mayoría de los LED emiten una estrecha banda de longitudes de onda que van desde infrarrojos (a una longitud de onda de aproximadamente 1.000 nanómetros) a ultravioleta (alrededor de 300 nanómetros). Los LED se utilizan en mandos a distancia; iluminación de seguridad; pantallas de teléfonos, tabletas y ordenadores; televisores; punteros láser; iluminación de viviendas; alumbrado exterior; alumbrado de calles y jardines; señales de tráfico y, cada vez más, en la industria del automóvil, por mencionar solo algunas de sus aplicaciones.

Las luces LED son hasta un 90% más eficientes desde el punto de vista energético que las bombillas incandescentes (de resistencia) y duran mucho más que las fuentes luminosas convencionales, por lo que son mucho más económicas y respetuosas con el medio ambiente. Tampoco se apagan de repente, dejándolo todo a oscuras, sino que van perdiendo poco a poco su luminosidad. Además, al ser de variados tamaños y formas, es posible adaptar su utilización en función de las distintas necesidades. A diferencia de las fuentes luminosas incandescentes, los emisores LED no se calientan. No obstante, los dispositivos electrónicos de control pueden calentarse y necesitar refrigeración para no dañarse y a veces también pueden deteriorarse.

Estas son algunas de las ventajas de las luces LED que explican que se haya generalizado su utilización. Su creciente popularidad, por otra parte, llevó a la Comisión Europea a pedir al Comité Científico de Riesgos Sanitarios, Ambientales y Emergentes (CRSAE) que estudiara los últimos datos para evaluar si el uso de estas fuentes luminosas innovadoras podría acarrear riesgos para la salud humana. El resultado de ese estudio aparece publicado en el dictamen del CRSAE relativo a los riesgos potenciales para la salud de los diodos emisores de luz (LED).

1.2. ¿Qué riesgos podría plantear la exposición a las lámparas LED?

Las luces LED emiten una radiación óptica que podría, en determinadas circunstancias, dañar los ojos y la piel en función de una serie de variables que deben tenerse en cuenta. Estas variables son el espectro (gama de las longitudes de onda) de la fuente luminosa de LED, la intensidad luminosa (especialmente en la banda azul), la duración de la exposición, la salud de los ojos y la forma de mirar a los LED: fijamente sin parpadear o moviendo activamente los ojos, de frente o en visión periférica).

No obstante, cualquier exposición a la radiación óptica procedente de los LED es probable que sea insignificante en comparación con la exposición a la luz natural al aire libre. La principal fuente de radiación óptica es el sol. Otros tipos de iluminación, como las bombillas clásicas, también exponen a las personas a la radiación óptica. Esta es solo una parte del espectro electromagnético, que se divide en ondas de radio, microondas, radiación de terahercios (o submilimétrica), radiación óptica [infrarroja (IR), luz visible, ultravioleta (UV)], rayos X y rayos gamma.

El ojo humano está expuesto a lo largo de la vida a niveles elevados de radiación óptica de fuentes naturales y artificiales de diferentes espectros e intensidades La exposición combinada, durante toda una vida, a la radiación óptica puede contribuir a la aparición de enfermedades oculares degenerativas, tales como la degeneración macular asociada a la edad.