Boletín Salud-UE n.º 250 – A fondo

Poner los bueyes delante del carro: invertir en salud requiere invertir en personal sanitario

Andrzej Rys, director general de Sistemas Sanitarios, Medicamentos e Innovación de la Comisión Europea, habla de lo que hace la UE para apoyar a su personal sanitario. Cuando surge una amenaza para la salud o se produce una crisis sanitaria, todos pensamos en el papel difícil, pero crucial, que desempeña el personal médico, a menudo el primer punto de contacto de los pacientes y sus familiares y amigos con el sistema de salud. Pero el propio personal sanitario hace frente a retos externos e internos, como la escasez de personal, las desigualdades geográficas, la falta de formación específica, la rápida evolución de las tecnologías y la demanda de asistencia, así como a una planificación insuficiente de la mano de obra.

¿Cuál cree que es el mayor reto al que se enfrentan ahora los Estados miembros por lo que se refiere a la mano de obra sanitaria?

Los retos a los que hacen frente los Estados miembros son similares, en el sentido de que no es posible que los sistemas de salud ofrezcan una asistencia de alta calidad a todos los europeos si no disponen de un número suficiente de personal sanitario, con las cualificaciones adecuadas y en los lugares adecuados.

Se estima que en Europa hacen falta cerca de un millón de trabajadores sanitarios. También se produce una "fuga de cerebros" de médicos y enfermeros que se desplazan a países en los que las condiciones de trabajo y los salarios son mejores, lo que deja a otros países desabastecidos.

Es igualmente preocupante el desajuste de las capacidades entre los profesionales de la salud, que supone un derroche de capital humano y una carga para los recursos públicos, y socava la rentabilidad de la prestación de asistencia sanitaria.

Asimismo, tenemos que garantizar que los cambios tecnológicos que se introduzcan en la asistencia sanitaria se ajusten a las necesidades del personal sanitario y del paciente, que los trabajadores puedan adaptarse a las nuevas situaciones y que los cambios mejoren realmente la prestación de cuidados.

No hay una solución válida para todos: cada Estado miembro debe desarrollar sus propias reformas en función de las necesidades de su sistema de salud.

¿Qué está haciendo la UE para ayudar a su personal sanitario?

El Tratado de la UE establece que la política sanitaria y la organización y prestación de servicios sanitarios y atención médica son, de hecho, competencia nacional.

La Comisión sigue y analiza los retos en materia de personal sanitario a través del Semestre Europeo, que abarca una amplia gama de cuestiones como la escasez de profesionales, las condiciones de trabajo, el déficit de capacidades y la organización de los recursos humanos para lograr unos sistemas de asistencia sanitaria más integrados.

La Comisión apoya a las autoridades nacionales a la hora de abordar estos retos, compartir experiencias y aprender los unos de los otros. Este es el motivo por el que se adoptó la Acción conjunta sobre planificación y previsión del personal sanitario y por el que se creó la red de expertos en planificación y previsión del personal sanitario.

La Comisión seguirá prestando apoyo y pronto publicará una convocatoria de proyectos a través del Programa de Salud 2020 para apoyar iniciativas que se centren en las políticas de retención de personal sanitario, el acceso a la asistencia sanitaria en zonas insuficientemente cubiertas y la reorganización de la prestación de cuidados entre hospitales y otros centros de atención sanitaria local y primaria a través de la transferencia de tareas y la coordinación interpersonal.

¿Es usted optimista de cara al futuro?

Sí, y tengo motivos para serlo, ya que los sistemas sanitarios europeos se encuentran entre los mejores del mundo. No podemos olvidar que la asistencia sanitaria está viviendo una "edad de oro" y que las cosas mejoran constantemente.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que vivimos en un mundo cada vez más interconectado, en el que los riesgos pueden agravarse rápidamente y ser motivo de preocupación a escala mundial.

Por lo tanto, es de vital importancia que invirtamos continuamente en salud. Esto significa, en primer lugar, invertir en mantener a las personas con un buen estado de salud durante el mayor tiempo posible. Invertir en nuestro personal sanitario es una parte esencial de ello, ya que así mantenemos a nuestros profesionales de la salud al corriente de las novedades y capaces de ejercer su profesión con seguridad y de satisfacer las nuevas necesidades en materia de capacidades. Invertir en las personas que ayudan a otras personas a conservar su salud es siempre una inversión sabia y sumamente rentable.

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